Una de las cosas que más perjudica a nuestra profesión es que en todas las farmacias no existe la misma calidad profesional y que son muchos los factores que influyen en ella y más todavía con la situación que habéis estado viviendo de primera mano en este tiempo de pandemia.

En ocasiones, somos profesionales cuando tenemos tiempo, en otras somos profesionales cuando tenemos un buen día, en otras elegimos no ser buenos profesionales por «diversas circunstancias»(esta parte es un reto), en otras somos profesionales cuando conocemos al paciente y nos sentimos cómodos, en otras somos profesionales siempre, en otras pensamos que por vender más productos somos más profesionales y la realidad, es que en muchas farmacias no son conscientes de cuál es el grado de profesionalidad que tienen.
De hecho, algunas personas nos han llegado a confesar que creen que no son buenos profesionales porque venden poco o bastante menos que otro compañero/a…y esa creencia les impide estar disfrutando en el mostrador, se sienten presionados y poco valoraros.
¿Te resuena?

Por ello, para Intuition Pharmacy, uno de los ejercicios más esenciales para el buen entendimiento y atención al paciente es que es que te respondas a las siguientes preguntas:

¿Qué significa ser profesional para ti? ¿Y para tu equipo?
¿Qué grado de profesionalidad queréis alcanzar en conjunto?
¿Te cuesta plantear esto en tu farmacia?

Concretar esto y hablar de ello con tu equipo es algo que os va a ayudar a ir unificando la atención y construyendo vuestra manera propia de trabajar, siendo conscientes de que así lo habéis elegido, es en lo que más hincapié hacemos en las formaciones de gestión del mostrador.

Por ello te proponemos estos 4 grados de profesionalidad, que te pueden servir de guía:

1.Dispensación adecuada de los medicamentos y su explicación. 

Gracias si haces esto en tus dispensaciones. Es un buen paso para generar confianza en el paciente y dejar huella en él, lo conozcas o no.
Parecerá obvio pero muchas veces esto brilla por su ausencia, a veces damos por hecho que el paciente lo sabe, otras porque normalizamos la dispensación, otras porque vamos a tope y es normal, otras porque nosotros tampoco nos acordamos o sabemos y otras porque estamos pensando en la “venta cruzada” correspondiente y se tiende a desviar el foco y adelantar el consejo farmacéutico.
Por ello, ser consciente de si esto te pasa mucho o poco y saber la posible causa, te permite cambiarlo,  mejorarlo o dejarlo igual si así lo deseáis.
Comprobar si el paciente lo tiene todo y claro y ofrecer tu ayuda es de los momentos más gratificantes como profesional y con ello estás siendo muy responsable y respetuoso/a con tu trabajo y tu profesión.

¿Quieres dar un pasito más?

2. Averiguar el estado de salud del paciente y la relación que tiene con su patología o tratamiento.

Hacer esto es súper revelador y solo con su lenguaje corporal y expresiones te puedes hacer una idea de cómo se sienten.
En este grado de profesionalidad es donde entraría la parte de hacer preguntas al paciente de una forma consciente, sabiendo muy bien tu para qué y teniendo muy claro qué es lo que te nace hacer.

«Irene es que no preguntan…» «Les apunto a formaciones de todo tipo y luego…no preguntan» «Cuando vienes tú a la farmacia sí que preguntamos más y las recomendaciones aumentan» Estas situaciones son con las que más nos solemos encontrar y la que más conflicto interno generan.
Si una cosa tenemos clara, es que si inviertes de forma continua en un servicio de acompañamiento o formación para que tu equipo pregunte más en mostrador y sean más proactivos, te estás equivocando y estás perdiendo dinero. 
Otra cosa es que contrates ese servicio como mejora y ayuda, pero que el objetivo no sea que tu equipo sea más proactivo, ya que puede ser, en muchas ocasiones contraproducente. 

Se podría comparar como cuando el paciente tiene cistitis recurrentes y se lo trata solo con antibiótico, sabemos que es un parche pero no se trata la causa del desequilibrio. ¿Es necesario que se tome el antibiótico recetado? En la mayoría de las ocasiones sí. ¿Va a evitar eso que le vuelva a pasar? En la mayoría de las ocasiones no.

Desde Intuition Pharmacy trabajamos la proactividad desde un lugar más profundo y sabemos que el mayor recuerdo para mostrar interés hacia el paciente, es el propio paciente.

Te animamos a que compartas todo el conocimiento que tengas y que seas generos@
¿Qué es lo que te nace hacer cuando atiendes a tu paciente? ¿Y qué te impide hacerlo?  

3.Involucrarse en la mejora de salud del paciente. 

¿A qué nos referimos con esto? Este grado de profesionalidad se define en una palabra: ATREVERSE.

Una vez hemos alcanzado los anteriores niveles con éxito, hemos averiguado lo que le sucede al paciente y además sabemos qué consejo darle para resolver su problema o mejorar su calidad de vida, nos ATREVEMOS a hacerlo.

En este momento es cuando derivamos a otro profesional sanitario, cuando les aconsejamos que soliciten alguna prueba específica o servicio,  cuando les mostramos algún producto que tenemos en la farmacia para solucionar su malestar o potenciar su bienestar.

Recuerda crear una estrategia clara para ofrecer tu consejo y que sea cómodo tanto para ti como para el paciente. Todo lo que se impone…se opone.
¿Cómo lo llevas?
¿Te gustaría saber el siguiente grado?
¡Sigue leyendo!

4.Transformarte en su coach y asesor de salud

Este grado de profesionalidad lo consideramos el futuro de la farmacia, cada vez hay más profesionales sanitarios de otras disciplinas con conocimientos especializados y que tienen sus propias consultas con las que ayudan a mejorar la salud de las personas. 

Por ello, desde Intuition Pharmacy, vemos importante apostar por seguir en formación, especializarse y trabajar las habilidades para transformarte en coach y asesor de salud, ofreciendo servicios de atención y seguimiento terapéutico desde la oficina de farmacia.
O lo hacemos…o lo harán! 

 

¿En qué grado de profesionalidad te encuentras? ¿Cuál te gustaría profundizar?
¿No lo tienes muy claro?
Estaremos encantadas de ayudarte!